Rafael Prieto-Curiel, matemático mexicano e investigador del Complexity Science Hub de Viena, asegura a El Universal que el crimen organizado en México necesita reclutar semanalmente a 350 personas para mantener sus operaciones, lo que representa más de 18 mil nuevos integrantes al año. Esta alarmante cifra, resultado de un modelo matemático que desarrolló junto a otros expertos, posiciona al crimen organizado como el quinto empleador más grande del país, con aproximadamente 185 mil miembros, sólo detrás de empresas como Walmart y Femsa.
Según Prieto-Curiel, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa, La Nueva Familia Michoacana, entre otros, deben mantener un ritmo constante de reclutamiento debido a las bajas que sufren por enfrentamientos y detenciones. La mayoría de los nuevos miembros son jóvenes que son seducidos por falsas promesas de ingresos altos, estatus o estabilidad, cuando en realidad corren un riesgo 100 veces mayor de ser asesinados.
El investigador enfatiza que la clave para reducir la violencia en México no está en capturar líderes, sino en frenar el reclutamiento de nuevos integrantes. Propone dos estrategias urgentes: una campaña masiva de comunicación sobre los verdaderos riesgos de integrarse a un cártel, y un monitoreo constante de las ofertas laborales engañosas, muchas veces utilizadas como señuelo.
El caso del rancho Izaguirre en Jalisco, donde el CJNG presuntamente reclutó y entrenó a decenas de jóvenes antes de asesinarlos, fue mencionado como ejemplo de la gravedad del problema. Para Prieto-Curiel, lo más preocupante es que “este tipo de lugares existen en muchas partes del país”, aunque no todos han sido descubiertos.
“México necesita un enfoque científico para atacar la inseguridad, con datos, matemáticas, psicología y sociología. No es un problema que se va a resolver con más balas”, concluye el matemático.