Los perros, antes valorados principalmente por su capacidad para cazar, pastorear y proteger, están experimentando un cambio en su rol dentro de la sociedad. A medida que la urbanización y el espacio limitado transforman las comunidades, los perros han pasado de ser trabajadores incansables al aire libre a compañeros de vida sedentaria en nuestros hogares.
En generaciones pasadas, se esperaba que los perros cuidaran las casas y las personas, siendo enérgicos y alertas. Sin embargo, hoy en día, las exigencias han cambiado. La vida moderna requiere perros que se adapten a un estilo de vida más tranquilo: capaces de convivir con otras mascotas, ser amigables con los invitados y pasar tiempo tranquilos en espacios cerrados.
Este cambio ha sido abrupto para muchos caninos, que no han tenido miles de años de domesticación para adaptarse a las nuevas reglas. No obstante, estudios recientes, como los realizados en el jardín de niños de cachorros Duke Puppy, muestran que los perros de servicio están bien adaptados a la vida del siglo XXI. Estos animales altamente entrenados no solo realizan tareas especializadas, sino que también se integran perfectamente en el día a día de sus dueños, algo que muchos propietarios de mascotas buscan.
Para el bienestar de perros y humanos, se sugiere entrenar más perros con habilidades similares a las de los animales de servicio, abriendo paso a una nueva ola de domesticación que los prepare para el mundo moderno.