El conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más prolongados, dolorosos y complejos de la historia moderna. Más allá de la violencia actual, sus raíces se hunden en más de un siglo de historia, marcada por procesos de colonización, disputas territoriales, desplazamientos forzados y profundas desigualdades políticas y sociales. En su libro Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina, el historiador israelí Ilan Pappé plantea una revisión crítica sobre cómo se ha gestado esta disputa y propone entenderla desde una óptica descolonizadora.
Una tierra con pueblo: desmontando mitos
Uno de los principales mitos fundacionales del proyecto sionista —el movimiento político que impulsó la creación del Estado de Israel— fue la idea de que Palestina era “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. Pappé desmonta esta afirmación al recordar que, antes de la llegada de los primeros colonos judíos a finales del siglo XIX, Palestina era una región habitada por una población diversa y culturalmente rica. La narrativa sionista, sostiene, ocultó deliberadamente la existencia de esta sociedad para justificar la colonización.
Además, Pappé cuestiona la idea de que los judíos contemporáneos, llegados a Palestina en las últimas décadas del siglo XIX, fueran herederos legítimos de los pueblos que habitaron la región hace dos mil años. Para él, esta conexión basada en textos religiosos no puede ser fundamento para justificar una colonización moderna.
El papel de las potencias coloniales
Entre 1918 y 1948, con Palestina bajo dominio británico, se sentaron las bases del conflicto contemporáneo. A través de la Declaración Balfour de 1917, el Imperio Británico expresó su apoyo a la creación de un “hogar nacional judío” en Palestina, a pesar de haber prometido a los árabes que apoyarían su independencia si colaboraban en la lucha contra el Imperio Otomano.
El Reino Unido, denuncia Pappé, facilitó la construcción del Estado judío mientras negaba a los palestinos el derecho a la autodeterminación. Este proceso culminó con la Nakba (la “catástrofe” en árabe) de 1948, cuando más de 700,000 palestinos fueron expulsados o huyeron de sus hogares en medio de la guerra que siguió a la fundación de Israel.
Un movimiento de colonos asentados
El historiador israelí sostiene que el sionismo debe entenderse como un “movimiento de asentamiento de colonos”, al igual que los procesos coloniales vividos en América, Australia o Sudáfrica. Es decir, se trató de la llegada de europeos a una tierra ya habitada, con la intención de establecer un nuevo Estado, lo cual implicaba necesariamente el desplazamiento y eliminación del pueblo originario.
Ya desde la década de 1920, los líderes sionistas discutían abiertamente sobre la necesidad de trasladar a la población árabe. De hecho, aprovecharon leyes territoriales impuestas por los británicos para expulsar a campesinos palestinos. Esta limpieza étnica, sostiene Pappé, no terminó en 1948: ha continuado en distintas formas, incluida la actual ofensiva militar en Gaza, que ha cobrado la vida de decenas de miles de personas solo en el último año.
Fracaso de las negociaciones y la “solución de dos Estados”
Desde 1967, Estados Unidos ha intentado posicionarse como mediador en el conflicto, impulsando un proceso de paz basado en la idea de la coexistencia de dos Estados. Sin embargo, Pappé señala que estos esfuerzos han fracasado porque Washington y sus aliados europeos han actuado como “intermediarios hipócritas”, favoreciendo sistemáticamente a Israel y dejando de lado los derechos fundamentales de los palestinos.
Los Acuerdos de Oslo de 1993, por ejemplo, fueron presentados como un gran avance, pero en la práctica consolidaron una ocupación más sofisticada. La “solución de dos Estados”, señala el autor, no solo es inviable en la actualidad por la expansión de asentamientos —con más de 700,000 colonos judíos en Cisjordania—, sino que desde el inicio estuvo mal planteada. Esta propuesta solo contemplaba una porción del 22% del territorio original de Palestina y no reconocía los derechos de los refugiados ni de la minoría palestina que vive dentro de Israel.
La necesidad de una solución democrática
Para Pappé, la única salida viable y justa es la creación de un Estado único, democrático y secular en el que convivan en igualdad de condiciones tanto palestinos como israelíes. Esta solución requeriría reconocer los derechos históricos de los palestinos y terminar con el régimen de apartheid impuesto sobre ellos.
Además, el autor insiste en cambiar el lenguaje con el que se describe el conflicto. No se trata de un enfrentamiento entre dos partes iguales, sino de un proceso de colonización que debe terminar a través de la descolonización, la reconciliación y la justicia.
Gaza, el símbolo del desastre
La ofensiva israelí sobre Gaza, intensificada tras los eventos del 7 de octubre de 2023, representa, para Ilan Pappé, el capítulo más oscuro en la historia del conflicto. Lo ocurrido será recordado como una catástrofe humanitaria de proporciones colosales.
El autor invita a mirar esta violencia no como un episodio aislado, sino como parte de una estrategia sistemática para eliminar a la población palestina de su territorio ancestral. Frente a ello, Pappé llama a reconocer la lucha palestina como un movimiento legítimo de liberación anticolonial.
¿Hay futuro para Israel y Palestina?
Pese a su visión crítica, Pappé no propone una receta cerrada. Sabe que la solución práctica deberá surgir desde el propio movimiento de liberación palestino, y que tendrá que incluir a los ocho millones de israelíes judíos que hoy viven en la región.
Pero advierte que el proyecto israelí, tal como está concebido hoy, no es sostenible: se basa en una identidad nacional que gira en torno al miedo y al odio, y no ofrece un futuro de paz ni para israelíes ni para palestinos.
Solo cuando Israel reconozca la historia de la región y su relación con sus vecinos, y cuando la comunidad internacional deje de apoyar incondicionalmente al Estado israelí y escuche también la voz palestina, podrá imaginarse un futuro distinto.
Por: Raúl Gatica
Fuentes: Libro de Ilan Pappé y análisis disponibles en la red.