Al menos 22 personas fueron asesinadas en una ceremonia de bautizo en la aldea de Takoubatt, región de Tillaberi, al oeste de Níger, cuando hombres armados en motocicletas abrieron fuego contra los asistentes el pasado 15 de septiembre. La zona, cercana a las fronteras con Burkina Faso y Malí, es uno de los principales focos de violencia yihadista en África Occidental.
De acuerdo con testimonios citados por la BBC y la agencia AFP, 15 personas fueron asesinadas en plena celebración religiosa, mientras que otras siete murieron en ataques posteriores en la misma área. Activistas locales denunciaron la falta de seguridad en la región, señalando que la población civil sigue expuesta a la violencia pese a las promesas del gobierno militar de restaurar la paz.
El activista Maikoul Zodi expresó en redes sociales que la tragedia representa “una nueva muestra de barbarie que sume a familias inocentes en el dolor y la desolación”, y pidió al gobierno priorizar la protección de los ciudadanos. En paralelo, organizaciones como Human Rights Watch alertaron que solo en los últimos meses más de 120 personas han sido asesinadas en ataques similares en Níger, donde los grupos vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico han intensificado sus incursiones.
La región de Tillaberi también fue escenario de una emboscada el pasado 10 de septiembre, en la que murieron 14 soldados nigerinos. Expertos advierten que la crisis de seguridad se agudiza bajo la junta militar instalada desde el golpe de Estado de julio de 2023, que aún no logra frenar la expansión yihadista.
Foto: Guardia militar gubernamental en el norte de África. Vehículos con soldados armados abandonan la frontera de Libia y Níger. Septiembre de 2013. | Crédito: Katja Tsvetkova – Shutterstock