Mazatlán vivió una noche de violencia el domingo pasado, con persecuciones y balaceras en diversas zonas de la ciudad, especialmente en áreas comerciales, dejando un saldo de un fallecido en una camioneta blindada y un taxista herido incidentalmente. La situación llevó al gobierno local a emitir una alerta para que la población no salga de sus hogares hasta nuevo aviso.
Los enfrentamientos, concentrados en el Venadillo, el fraccionamiento Real Pacífico y colonias cercanas, provocaron que varias familias que paseaban en centros comerciales buscaran refugio en negocios que cerraron sus puertas para proteger a sus clientes. La Secretaría de Seguridad Pública documentó la aparición de vehículos abandonados con impactos de bala, incluido uno con placas de Puebla y una persona sin vida en su interior.
Asimismo, en la Maxipista Mazatlán-Durango, a la altura de Villa Unión, se colocaron tráileres incendiados como bloqueo, complicando el tránsito y aumentando el temor en la zona.
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