A pocos días del inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, el deporte nacional se ha visto sacudido por la noticia de la suspensión del corredor mexicano Eduardo Rodríguez, tras dar positivo en una prueba de dopaje.
Rodríguez fue detectado con boldenona, un esteroide anabólico prohibido, lo que le ha valido una suspensión de al menos tres años. La muestra positiva fue tomada después de su participación en el Gran Premio de Atletismo de Brasil, celebrado el pasado 19 de mayo, donde se realizó su prueba antidopaje.
A pesar de la proximidad de los Juegos Olímpicos, Rodríguez no había logrado clasificar para la justa veraniega y, por lo tanto, no formaba parte de la Delegación Mexicana que competirá en París 2024.
En un intento por justificar el resultado positivo, Rodríguez explicó que el dopaje fue consecuencia de un descuido. Según sus declaraciones, recibió una inyección médica para tratar una enfermedad respiratoria en abril y consumió carne contaminada durante su estancia en Brasil.
“Me siento profundamente destrozado, desde el 1 de julio mi vida dio un cambio tan duro y drástico. Estoy seguro de que por mi cuenta no tomé ninguna sustancia que me ayudara a mi rendimiento. Doy la cara porque soy inocente”, expresó Rodríguez en un comunicado publicado en sus redes sociales.
A pesar de sus explicaciones, la Unidad de Integridad en el Atletismo ha decidido imponer la sanción de tres años, lo que afectará severamente la carrera del atleta. Rodríguez, quien había logrado una medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla 2018, ve así truncada su trayectoria deportiva debido a esta suspensión.
El caso de Rodríguez subraya la importancia de la vigilancia y el control antidopaje en el deporte, especialmente en eventos de alto nivel como los Juegos Olímpicos. La Federación Mexicana de Atletismo y las autoridades deportivas nacionales aún no han emitido un comunicado oficial respecto a esta situación.