México anuncia Coatlicue, la nueva supercomputadora pública más poderosa de América Latina

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Servirá para IA, clima, Pemex, agricultura y combate a la evasión fiscal. 👉 Lee la nota completa.

El gobierno federal presentó Coatlicue, la supercomputadora que marcará un salto histórico en la capacidad de cómputo del país. El proyecto tendrá una inversión pública estimada de 6,000 millones de pesos, confirmó José Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.

La máquina integrará unas 14,000 GPU y un rendimiento de 314 petaflops, equivalente a entre 375,000 y 400,000 computadoras trabajando al mismo tiempo. Esto la convertirá en la supercomputadora pública más potente de América Latina. Su ubicación se elegirá en enero de 2026, tomando en cuenta las necesidades energéticas e hídricas que demanda este tipo de infraestructura.

Coatlicue será un recurso público para atender prioridades nacionales. Pemex será uno de los principales usuarios, utilizando su poder de cálculo para procesar datos sísmicos y geológicos que permitan identificar con mayor precisión posibles yacimientos petroleros. Actualmente, la supercomputadora más poderosa de la región pertenece a una petrolera brasileña, por lo que México busca superar esa capacidad con un sistema público.

El proyecto también tendrá aplicaciones en clima, agua, agricultura, energía y combate a la evasión fiscal, además de procesar datos del SAT y mejorar la detección de prácticas de corrupción. En salud, ayudará a analizar bases clínicas y epidemiológicas que hoy requieren tiempos imposibles para un procesamiento humano.

Coatlicue será el nodo principal del Clúster Nacional de Supercómputo, que integra equipos ya instalados en instituciones como la UNAM, UdeG, Cinvestav, Universidad de Sonora y centros públicos de varios estados. Actualmente, esta red suma 9.45 petaflops que serán potenciados cuando la nueva supercomputadora entre en operación.

El proyecto tendrá un desarrollo aproximado de 24 meses, con etapas de planeación, diseño, obra civil, licitaciones, integración y pruebas. México trabajará con el Barcelona Supercomputing Center y con el Centro de Cómputo Avanzado de la India para capacitación y apoyo técnico. El objetivo, además de tener la supercomputadora más potente de la región, es formar a especialistas mexicanos capaces de aprovechar su potencial para fortalecer la ciencia, la industria y la toma de decisiones públicas.

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