El futuro de la educación superior en México enfrenta un desequilibrio profundo. Aunque cada vez más jóvenes acceden a la universidad, la mayoría continúa eligiendo carreras tradicionales con baja demanda laboral, según el informe Compara Carreras 2025 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). La proyección es clara: si la tendencia no cambia, para 2050 México habrá formado 28.7 millones de profesionistas en áreas saturadas, mientras sectores estratégicos seguirán con vacantes sin cubrir.
La situación preocupa por su impacto en la productividad. Hoy, 46% de la matrícula universitaria se concentra en diez carreras clásicas como Derecho, Administración o Contabilidad, alejadas de industrias emergentes vinculadas a tecnología, salud o transición energética. Al mismo tiempo, el país enfrenta un retroceso en formación técnica: el IMCO estima que México perderá 300 mil técnicos en los próximos 25 años, lo que pone en riesgo metas nacionales de generación de talento especializado.
El análisis también revela un desfase entre la preparación de los jóvenes y las necesidades reales del mercado laboral. Tres de cada diez estudiantes carecen de plan de carrera, la incertidumbre vocacional más alta en una década, mientras que solo 8% de los egresados proviene de disciplinas STEM. Para equilibrar la oferta hacia 2050, México necesitaría incrementar 137% la formación de profesionistas en ciencia, tecnología y computación respecto a 2024.
El informe agrega que la brecha entre egresados y titulados casi se duplicó entre 2011 y 2025, lo que refleja que las empresas están priorizando habilidades prácticas sobre certificados universitarios tradicionales. A nivel global, nueve de cada diez compañías ya adoptan reclutamiento basado en competencias, mientras el aprendizaje virtual crece aceleradamente con México entre los países latinoamericanos con más estudiantes en línea.
Frente a este panorama, el IMCO propone nuevos modelos de formación flexibles, con certificaciones parciales, programas técnicos fortalecidos y una orientación vocacional basada en evidencia que acerque a los jóvenes a sectores con futuro laboral real. Con Compara Carreras 2025, la institución incorpora además una calculadora que permite estimar el tiempo necesario para recuperar la inversión educativa y compararla con otras opciones financieras.