Ciudad de México.– Las negociaciones entre México y Estados Unidos sobre los aranceles comerciales registran un avance del 90% y continuarán la próxima semana durante la Cumbre de Líderes de la APEC, que se llevará a cabo del 31 de octubre al 1 de noviembre en Gyeongju, Corea del Sur, informó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
El encuentro será crucial, pues coincide con el vencimiento de la prórroga de 90 días otorgada por el presidente estadounidense Donald Trump, quien aplazó el aumento de tarifas a las importaciones mexicanas mientras se buscaba un acuerdo bilateral.
Ebrard señaló que hasta ahora se han realizado 85 conversaciones oficiales entre ambas naciones y destacó que los avances permiten anticipar un resultado favorable para México.
“Hemos tenido un avance muy importante. Prácticamente de los temas previos a la revisión del T-MEC tenemos un progreso de alrededor del 90%”, subrayó el funcionario durante su comparecencia ante legisladores federales.
El secretario aseguró que no se prevén cambios sustanciales en la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) programada para el 1 de julio de 2026, ya que todos los países coinciden en mantener la estabilidad del acuerdo.
Actualmente, Estados Unidos aplica tarifas de 25% a México y 35% a Canadá para productos que no cumplen con las reglas de origen del T-MEC, además de 50% al acero, aluminio y cobre. México, por su parte, ha planteado propuestas alternativas para mitigar el impacto en sectores clave como el automotriz y siderúrgico.
“Nos falta la respuesta de Estados Unidos sobre el acero y los metales. Ya les presentamos diferentes opciones. Esperamos pronto una definición”, añadió Ebrard.
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene como prioridad que México obtenga una posición arancelaria competitiva, y ha propuesto aplicar tarifas máximas —permitidas por la Organización Mundial de Comercio (OMC)— a más de 1,400 productos de 17 sectores estratégicos como parte del Paquete Económico 2026.
Con la reunión en Corea del Sur, ambos países buscan cerrar los últimos puntos pendientes antes del inicio formal de la revisión del T-MEC, garantizando certidumbre a las cadenas productivas y a los inversionistas.