Miles de ciudadanos salieron a las calles de Berlín este domingo para manifestarse contra la posible participación del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) en el próximo gobierno. Según cifras oficiales, la protesta reunió a 30,000 personas, mientras que los organizadores estimaron la asistencia en 38,000 participantes.
La movilización se produce a solo una semana de las elecciones legislativas del 23 de febrero, donde AfD podría consolidarse como la segunda fuerza política del país. Además de rechazar a la extrema derecha, los manifestantes criticaron a la derecha tradicional por romper el “pacto democrático” al colaborar con AfD en el Bundestag para endurecer las solicitudes de asilo en Alemania.
Las protestas contra la ultraderecha se han intensificado en los últimos días. El 8 de febrero, una manifestación en Múnich reunió a 250,000 personas, mientras que el 2 de febrero, en Berlín, entre 160,000 y 250,000 ciudadanos expresaron su rechazo a AfD.
En medio de esta creciente tensión, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, generó polémica al pedir a los partidos alemanes que no sigan aislando a AfD, argumentando que la democracia debe respetar la voz del pueblo. Sus declaraciones fueron rechazadas por el canciller alemán, Olaf Scholz, quien acusó a Vance de interferencia inaceptable.
Ante el avance de AfD en las encuestas, el rechazo social sigue en aumento, con sectores como las “Abuelas contra la derecha” sumándose a la defensa de la democracia y la lucha contra el discurso nacionalista y antimigrante.