El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y una figura clave en la transformación de la Iglesia católica, falleció este lunes a los 88 años en Roma. Su muerte fue confirmada por el Vaticano pocas horas después de su última aparición pública durante la Misa de Pascua.
Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, fue un líder que rompió moldes. Desde su elección en 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, se convirtió en una figura influyente por su enfoque progresista, su austeridad y su lucha incansable por una Iglesia más inclusiva. Su muerte ha causado conmoción global, especialmente entre los fieles que vieron en él a un guía espiritual cercano y empático.
Durante su última aparición pública, ya en silla de ruedas y con una voz tenue, dejó un mensaje final de esperanza y unidad: “Porque todos somos hijos de Dios”. Sus últimas palabras fueron pronunciadas por un clérigo asistente desde el balcón de la Basílica de San Pedro mientras él observaba, en lo que se convirtió en un conmovedor adiós.
El Papa murió tras semanas de complicaciones respiratorias, agravadas por una antigua afección pulmonar. Aun así, hasta el final, mantuvo su compromiso con el servicio. Durante su última misa, bendijo bebés, saludó a la multitud y clamó por la paz mundial y el respeto a la diversidad.
Será recordado también por haber simplificado el protocolo de su propio funeral, eligiendo un ataúd modesto y rechazando los lujos tradicionales. Además, será enterrado fuera del Vaticano, en la Basílica de Santa María la Mayor.
Líderes mundiales, entre ellos el presidente argentino Javier Milei, el presidente francés Emmanuel Macron y el rey Carlos III del Reino Unido, han expresado sus condolencias, destacando su legado de compasión, justicia y apertura.
Con su muerte, se cierra una era marcada por un pontífice que desafió estructuras, abrazó a los excluidos y mostró un rostro más humano de la Iglesia.
🕊️ “Francisco no solo fue Papa, fue puente para millones.”