El brutal asesinato de Emily Pike, una adolescente de 14 años cuyo cuerpo fue hallado desmembrado en un bosque de Arizona en febrero de 2025, ha detonado una crisis en el sistema de cuidado infantil estadounidense. Emily había huido en enero de un hogar temporal en Mesa, operado por Sacred Journey Inc., tras múltiples intentos previos de fuga desde 2023.
La joven había expresado su rechazo al centro, pidiendo en diversas ocasiones vivir con su madre o su abuela, según registros policiales revelados por ABC15. Sin embargo, fue regresada repetidamente al lugar por el Departamento de Servicios Infantiles de Arizona (DCS), el cual ahora es objeto de investigaciones por su actuación en el caso.
El cuerpo de Emily fue hallado semanas después de su desaparición, dentro de bolsas de basura y en avanzado estado de descomposición, en una zona boscosa cerca de la Reserva India Apache de San Carlos. La tribu Apache, responsable de colocar a la menor en el hogar temporal, ofreció junto al FBI una recompensa de 150 mil dólares para localizar al culpable.
El caso ha desatado fuertes críticas contra los hogares temporales licenciados y la falta de protocolos efectivos ante fugas de menores. Mientras continúan las investigaciones sin detenidos, el crimen de Emily se ha convertido en símbolo de un sistema que, en lugar de proteger, terminó fallando trágicamente a una menor vulnerable.