El informe de la Comisión Petrocchi, hecho público por decisión del Papa Francisco, concluye que no es posible admitir a mujeres al diaconado entendido como un grado del sacramento del orden. Sin embargo, el documento aclara que, a diferencia del caso de la ordenación sacerdotal, aún no puede emitirse un juicio definitivo. El estudio, solicitado por el pontífice y concluido en febrero de 2025, examinó evidencias históricas, teológicas y aportaciones enviadas tras el Sínodo.
El análisis reconoce que, a lo largo de la historia, la Iglesia otorgó el título de diaconisa a mujeres en distintos contextos, aunque con significados no uniformes. En su primera etapa de trabajo, la comisión coincidió en que la ordenación diaconal de mujeres plantea interrogantes sobre su compatibilidad con la doctrina del sacramento del orden. También se manifestó, por unanimidad, la necesidad de crear nuevos ministerios que fortalezcan la colaboración entre hombres y mujeres dentro de la Iglesia.
Durante la segunda fase, en julio de 2022, la comisión aprobó por mayoría la formulación que descarta avanzar hacia el diaconado femenino sacramental, aunque sin cerrar la puerta a futuras evaluaciones. En su última sesión, tras revisar las contribuciones enviadas por grupos y personas interesadas, el organismo concluyó que el material recibido —pese a ser abundante— no representa al conjunto del pueblo de Dios.
El informe detalla los argumentos a favor y en contra. Los defensores del diaconado femenino señalan que restringir la ordenación a los hombres contraviene la igualdad entre ambos géneros y el mensaje bíblico de unidad en Cristo. En cambio, la postura opuesta sostiene que la masculinidad de Cristo forma parte esencial del significado sacramental y que cambiar esta realidad rompería el sentido nupcial del ministerio ordenado. Este punto dividió a la comisión, con votos empatados respecto a su inclusión en el texto final.
Con nueve votos a favor, se apoyó ampliar el acceso de las mujeres a ministerios instituidos, con reconocimiento eclesial de su servicio, especialmente en contextos donde sufren discriminación de género. En sus conclusiones, el cardenal Giuseppe Petrocchi señala que el tema sigue abierto y requiere un estudio más profundo para esclarecer la naturaleza del diaconado y su misión, considerando que en varios continentes este ministerio es casi inexistente o se superpone con funciones laicales.
