Desde hace varios meses, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició el reemplazo de medidores en los hogares mexicanos, con la promesa de ofrecer un servicio más moderno y eficiente. Estos equipos, conocidos como medidores inteligentes (AMI), tendrán un impacto directo en los recibos de luz, pues registran con mayor precisión el consumo eléctrico.
Los nuevos dispositivos permiten lecturas remotas y en tiempo real, eliminando la necesidad de que el personal de la CFE acuda casa por casa. Además, facilitan la detección de fallas técnicas e irregularidades como las conexiones ilegales, conocidas popularmente como “diablitos”. Con ello, los usuarios podrán recibir facturas más detalladas y transparentes, ajustadas al consumo real de energía.
El cambio de medidor no es opcional. La CFE está facultada legalmente para sustituirlos cuando lo considere necesario, ya sea por cuestiones técnicas, manipulación indebida o porque el equipo no cumpla con la normatividad. Aunque se instalen en los hogares, estos aparatos pertenecen a la empresa productiva del Estado.