La situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico, donde los palestinos “tienen que elegir entre morir de hambre o ser asesinados al intentar conseguir alimentos”, denunció el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, tras la muerte de decenas de personas en los alrededores de un centro de distribución de ayuda en el sur del enclave.
En los últimos tres días, al menos 62 civiles han muerto al intentar acercarse a uno de los pocos puntos donde se reparten alimentos, mientras que los heridos se cuentan por decenas, muchos en estado grave. Türk condenó la respuesta armada israelí y recordó que atacar civiles “constituye un crimen de guerra”.
El mecanismo de distribución de ayuda en Gaza ha sido militarizado por Israel, excluyendo a las agencias de la ONU. Esto ha generado condiciones caóticas e inseguras para los civiles, que deben recorrer largas distancias y enfrentar el fuego militar para obtener pequeñas cantidades de comida.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también condenó los hechos, calificándolos de “inaceptables” y exigiendo que Israel cumpla con el derecho internacional, permitiendo la entrada masiva de ayuda humanitaria.
Por su parte, la OMS informó que tiene camiones con alimentos y suministros médicos listos para ingresar a Gaza, pero necesita acceso sin trabas. Actualmente, ningún hospital funciona en el norte del territorio, lo que agrava la crisis humanitaria.
Desde Ginebra, el vocero de la Oficina del Alto Comisionado, Jeremy Laurence, afirmó que los hechos podrían constituir crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o incluso genocidio, tras documentar testimonios de disparos contra civiles que buscaban comida.
Foto: © UNICEF/Eyad El BabaAyman Abu Hujair, de cinco años, recibe tratamiento luego de ser herido en un bombardeo a una escuela que servía de refugio en Gaza. (Foto de archivo, mayo 2025)