Autoridades federales y estatales desplegaron el operativo “Caudal” en 48 municipios del Estado de México, logrando el aseguramiento de 190 pozos de agua utilizados para la extracción y venta ilegal del líquido. Las acciones se concentraron en municipios como Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan y Valle de Bravo, entre otros.
En Toluca, la Fiscalía mexiquense colocó sellos en inmuebles y decomisó pipas utilizadas para distribuir agua robada a colonias de la capital. La dependencia indicó que estos operativos buscan desmantelar redes criminales dedicadas al “huachicol de agua”, donde incluso participan organizaciones que se autodenominan sindicatos.
Aunque el robo de agua ya está tipificado como delito en el Código Penal del Estado de México, con penas de hasta ocho años de prisión, aún no se considera delito grave. En 2024 se abrieron 37 carpetas por este ilícito, sin que ninguna haya sido judicializada.
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