Fomento Económico Mexicano (Femsa) ha dado un paso significativo en su plan de expansión internacional al abrir la primera sucursal de Oxxo en los Estados Unidos, concretamente en Odessa, Texas. Esta apertura es la materialización de un anuncio realizado meses atrás sobre la incursión de la icónica tienda de conveniencia mexicana en el mercado estadounidense.
La elección de Odessa no es casualidad: se encuentra en una zona con alta concentración de población latina, un factor clave para la aceptación de la marca en territorio estadounidense. Además, la proximidad a la frontera mexicana y la compra de la cadena DK, que ya operaba en Texas, facilitó la entrada de Oxxo al país.
Este movimiento estratégico de Oxxo se produce en un contexto político tenso, marcado por las políticas migratorias del presidente Donald Trump, cuyo discurso anti-migrante y las deportaciones masivas de latinos generan un ambiente complicado para las marcas de origen mexicano en EE.UU. Sin embargo, Oxxo ha apostado por la familiaridad de su marca entre los latinos y por la eficiencia operativa que ha demostrado en sus miles de establecimientos en América Latina.
El mercado de tiendas de conveniencia en EE.UU., que está valorado en 850 mil millones de dólares, representa una oportunidad significativa para Femsa. Con más de 24,000 tiendas en operación, Oxxo busca consolidar su presencia en Norteamérica, y tiene planes de expandir sus servicios con Spin by Oxxo, una plataforma de servicios financieros.
Oxxo no solo se ve como una tienda, sino como una forma de conectar con la comunidad latina en EE.UU., un segmento de mercado clave para su crecimiento.