En una noche que quedará marcada en la historia del rock, Ozzy Osbourne, el llamado Príncipe de las Tinieblas, se despidió definitivamente de los escenarios este 5 de julio en su natal Birmingham, Inglaterra, durante el concierto titulado Back to the Beginning. Con 76 años de edad y más de cinco décadas de trayectoria, el legendario vocalista ofreció un emotivo espectáculo que reunió a más de 40 mil fanáticos y a las mayores leyendas del metal y el rock.
El evento fue una oda a su legado. Ozzy apareció en un trono con forma de murciélago, impulsado por una plataforma motorizada, mientras los coros de Carmina Burana anunciaban su entrada triunfal. A pesar del Parkinson que lo aqueja desde hace seis años, su voz se mantuvo firme. “¡Es genial estar en este maldito escenario, no tienen idea!”, exclamó ante el clamor de su público.
La velada incluyó temas como I Don’t Know, Mr. Crowley, Suicide Solution y Mama, I’m Coming Home, interpretados junto a músicos como Zakk Wylde, Mike Inez y Adam Wakeman. El momento más esperado llegó cuando Ozzy se reunió con los integrantes originales de Black Sabbath: Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, con quienes tocó War Pigs, Iron Man y cerró con Paranoid.
El concierto, disponible por 48 horas en www.backtothebeginning.com, también contó con la participación de Metallica, Pantera, Tool, Guns N’ Roses, Slayer, Gojira, Anthrax, Mastodon y muchas otras bandas. Además, figuras como Steven Tyler, Ron Wood y Billy Corgan rindieron tributo al ícono del metal.
Ozzy se despide, pero su leyenda vivirá por siempre entre riffs poderosos, voces desgarradoras y una legión de seguidores que lo aclamará eternamente.