Durante una misa en el estadio Rey Balduino de Bruselas, el papa Francisco exhortó a que no se encubran los casos de abuso sexual en la Iglesia. En su mensaje, dirigido a más de 40,000 fieles, pidió a los obispos que condenen a los abusadores y los ayuden a “curarse de esta enfermedad”.
Francisco también compartió el dolor de las víctimas de abusos sexuales con quienes se reunió en un encuentro reservado, destacando que en la Iglesia “todos serán juzgados”. El pontífice recalcó que “el mal no puede ser escondido” y que la Iglesia debe pedir perdón y enfrentar la vergüenza del abuso de menores.