Cada vez más personas han dejado de compartir su vida en redes sociales. Una encuesta reciente muestra que uno de cada tres usuarios publica menos que hace un año, especialmente entre adultos de la Generación Z. El fenómeno ha sido descrito por el periodista Kyle Chayka como “publicar cero”: el momento en que compartir contenido deja de tener sentido para el usuario común.
El contenido personal ha sido reemplazado por anuncios, influencers y aspiraciones de estilo de vida, lo que ha restado autenticidad a plataformas como Instagram o TikTok. Ahora, las interacciones se han movido a espacios más privados: mensajes directos, grupos cerrados y chats familiares.
Expertos señalan que la exposición pública constante, los algoritmos intrusivos y el desgaste emocional han hecho que muchos reconsideren qué vale la pena compartir. Las redes sociales ya no son tan “sociales”, y la necesidad de intimidad digital parece estar ganando terreno.