Desde hoy, México ha declarado ilegales los cigarrillos electrónicos o vapeadores. La medida, oficializada por la presidenta Claudia Sheinbaum en el Diario Oficial de la Federación, modifica los artículos 4 y 5 de la Constitución, prohibiendo la producción, comercialización y distribución de estos dispositivos.
El decreto también establece que toda actividad relacionada con vapeadores será sancionada, argumentando la protección del derecho a la salud. Además, se ordena la armonización del marco jurídico a nivel nacional y local en un plazo de 180 a 365 días.
Sin embargo, la decisión ha generado controversia. Salomón Chertorivski, exsecretario de Salud, cuestionó la prohibición, señalando que esto podría fomentar un mercado negro y exponer a los consumidores a productos de origen clandestino y potencialmente más dañinos. Propuso, en cambio, una regulación que permita identificar las sustancias contenidas en estos dispositivos y garantizar un control sanitario.
Investigaciones del Conacyt revelan que los productos de vapeo contienen hasta 71 sustancias dañinas, entre ellas químicos utilizados en solventes, pinturas e insecticidas, lo que refuerza las preocupaciones sobre sus riesgos para la salud. La académica Fabiola Macías Espinoza también alertó sobre el uso de acetato de vitamina E en vapeadores, vinculado a graves daños pulmonares.