Construir una casa en el terreno de tus suegros puede parecer una buena solución temporal para formar una familia, pero legalmente es un gran riesgo. Si fuiste desalojado o se te pidió abandonar el lugar, la ley mexicana no garantiza que puedas recuperar lo que invertiste, especialmente si no existe un contrato por escrito.
De acuerdo con expertos legales, al construir en un terreno ajeno —aunque sea el de un familiar— no adquieres ningún derecho de propiedad sobre la tierra ni sobre la construcción. En la mayoría de los casos, lo que se construye en un terreno pasa a formar parte del mismo, y por tanto, es considerado propiedad del dueño del terreno, salvo que se pruebe lo contrario con documentos.
¿Qué puedes hacer si te corren?
- Si hubo un acuerdo por escrito o contrato, podrías reclamar la devolución del valor invertido en la construcción, siempre que ese documento lo establezca claramente.
- Si no hay contrato, podrías intentar demandar por el valor de la obra con pruebas suficientes (testigos, facturas, transferencias, etc.), pero dependerás de lo que decida un juez, y no siempre es favorable.
- No aplica como sociedad conyugal, salvo que el terreno esté a nombre de tu pareja y estés legalmente casado por bienes mancomunados.
Recomendación: Si vas a construir en un terreno que no es tuyo, lo mejor es firmar antes un contrato de comodato o un acuerdo notariado con los suegros, donde se reconozca tu inversión y se especifique qué ocurrirá si la relación termina.