El grooming, también conocido como ciberacoso sexual, es una forma de acoso en la que personas adultas engañan a menores de edad mediante redes sociales para establecer una relación de confianza con fines sexuales. Según la académica de la UNAM, María Santos Becerril Pérez, los agresores usan perfiles falsos y estrategias de manipulación para atraer la atención de las infancias y adolescencias, ganando su confianza para luego pedirles fotos o videos íntimos y extorsionarlos.
¿Cómo identificar el grooming?
El proceso de grooming incluye las siguientes etapas:
- Creación de un vínculo de confianza: Los agresores se presentan como amistosos, utilizando identidades falsas similares a la edad de sus víctimas.
- Aislamiento de la víctima: Los acosadores buscan separar a los menores de su red de apoyo, pidiendo que mantengan su relación en secreto.
- Conversaciones sexuales: Poco a poco, los agresores introducen temas sexuales para que los menores se familiaricen con ellos.
- Solicitudes de material íntimo: Finalmente, los criminales utilizan chantaje y coerción para conseguir fotos, videos o un encuentro físico.
¿Cómo prevenir el grooming?
- Supervisión parental: Mantener un control constante sobre con quién interactúan los menores en línea.
- Herramientas de control parental: Configurar restricciones en redes sociales, juegos y dispositivos.
- Comunicación abierta: Hablar con los menores sobre los peligros de compartir información personal en línea y establecer acuerdos sobre el uso de dispositivos electrónicos.
Si un menor se ve afectado, es importante no culparlo, mantener la calma, y buscar apoyo de especialistas y autoridades como la policía cibernética.