El caso de Sister Hong ha estremecido a millones de usuarios en redes sociales de China y el mundo. Se trata de un hombre de 38 años que, disfrazado de mujer con maquillaje, peluca y vestimenta femenina, engañó a cientos de personas en plataformas de citas, generando uno de los fraudes más virales y preocupantes de los últimos años.
Conocido por su “apariencia discreta” y “actitud amable”, Sister Hong utilizó identidades falsas para establecer relaciones virtuales con hombres a quienes pedía comida, productos de primera necesidad o electrónicos de bajo costo a cambio de supuestos encuentros íntimos.
Pero el caso se volvió aún más grave cuando se reveló que Sister Hong grababa a escondidas los encuentros sexuales en su domicilio en Nanjing, China, y luego difundía los videos en sitios web con fines de lucro, sin el consentimiento de sus víctimas. Estas grabaciones alcanzaron más de 200 millones de vistas en redes sociales como Weibo, lo que permitió a muchas personas identificar a conocidos, esposos y colegas entre los afectados.
El hombre fue arrestado el pasado 5 de julio y enfrenta cargos por grabación ilegal de contenido íntimo, un delito penado en China. Las autoridades informaron que hasta ahora hay al menos 237 víctimas registradas, pero se teme que el número real sea mucho mayor, ya que se presume que operaba desde hace cuatro años.
Este caso ha encendido las alertas sobre los peligros del anonimato en internet y la urgencia de regulaciones más estrictas en el uso de plataformas digitales de citas.