El ransomware ya se considera un gasto fijo para muchas empresas en México. Según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2024, este delito ocupa el tercer lugar contra compañías, solo detrás del robo y el fraude. Expertos advierten que el “precio del ransomware” puede superar los 2 millones de dólares en ataques graves, mientras que para las PyMEs las pérdidas rondan 1.2 millones de pesos, suficientes para frenar operaciones enteras.
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó en julio la Estrategia Nacional contra la Corrupción, con acciones antiextorsión, pero especialistas señalan que la extorsión digital avanza más rápido. Informes de firmas como Akamai y Kaspersky revelan que los criminales usan inteligencia artificial para perfeccionar sus ataques y presionar a empresas, clientes y socios.
La economía de México ya resiente estas amenazas: se estima que los ciberataques representan pérdidas equivalentes al 0.6% del PIB, unos 137 mil millones de pesos anuales.