La crisis de liderazgo en la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) vuelve a encender las alarmas entre colectivos de familiares de personas desaparecidas, tras la reciente renuncia de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, quien dejará el cargo el próximo 31 de agosto. Su salida se suma a la de Karla Quintana Osuna, excomisionada que también dimitió en medio de tensiones y reclamos durante el sexenio pasado.
La Secretaría de Gobernación anunció que en los próximos días se publicarán las bases para una consulta pública con el fin de designar a la próxima persona titular de la CNB. El gobierno asegura que el proceso será “abierto y transparente”, pero los antecedentes generan escepticismo en las organizaciones que llevan años en pie de lucha.
Protestas y falta de legitimidad
Desde su nombramiento en octubre de 2023, Reyes Sahagún enfrentó cuestionamientos por parte de colectivos de buscadoras, quienes criticaron su falta de experiencia técnica, su escasa interlocución con víctimas y la continuidad de pactos de impunidad.
El 18 de marzo de 2024, más de una docena de colectivos enviaron una carta a la entonces presidenta electa, Claudia Sheinbaum, exigiendo la remoción de la comisionada. Alegaban que no se puede avanzar en la búsqueda de desaparecidos sin una figura comprometida y capacitada al frente. La respuesta oficial fue tibia: en abril, la entonces secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo que “las renuncias llegarán con el tiempo” y que los funcionarios estaban “a prueba”.
A Reyes la antecedió Karla Quintana Osuna, quien presentó su renuncia en agosto de 2023, también de manera abrupta. Aunque no especificó los motivos, en su carta enviada a López Obrador hizo alusión a “contextos actuales” y a la necesidad de que el Estado adoptara una política integral frente a la desaparición. Quintana, propuesta en su momento por Olga Sánchez Cordero, fue la primera en coordinar la CNB durante un periodo completo.
Retrocesos institucionales
La situación de la CNB se complica aún más con decisiones como el despido de Javier Yankelevich, quien lideraba el equipo especializado en desapariciones forzadas durante la Guerra Sucia. Su salida en enero de 2024 fue duramente criticada por los comisionados independientes del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico, quienes la calificaron como una “pésima decisión” y un “retroceso brutal” que deslegitima el trabajo de la Comisión de la Verdad.
Estas decisiones, aunadas al desgaste institucional, provocan una creciente desconfianza entre las víctimas y sus familias, quienes acusan al gobierno de mantener una simulación en materia de verdad, justicia y búsqueda. A pesar de aumentos presupuestales, denuncian que las acciones concretas han sido insuficientes.
Rumbo incierto
Con dos titulares que han renunciado en menos de dos años, y con colectivos movilizados en su contra, la CNB se encuentra hoy en uno de sus momentos más frágiles. La Segob promete ahora un nuevo proceso de designación, pero las víctimas insisten en que no bastan las buenas intenciones: exigen un perfil con experiencia real, sensibilidad, y sobre todo, independencia frente al poder político.