La situación de la libertad de prensa en El Salvador ha captado la atención internacional debido a denuncias de organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). Estas instituciones han alertado sobre un “ocultamiento de información” y la falta de acceso a fuentes oficiales, lo que limita la capacidad de los periodistas para informar al público.
Durante una misión en el país, representantes de medios, periodistas y asociaciones de derechos humanos denunciaron la “creciente estigmatización” y una “retórica hostil” hacia la prensa, acompañada de campañas de descrédito que minan la credibilidad del periodismo. Asimismo, se señaló que el régimen de excepción, en vigor desde marzo de 2022 como parte de la “guerra” contra las pandillas del presidente Nayib Bukele, ha generado un clima de autocensura y temor entre los comunicadores.
Aunque el comisionado presidencial para Derechos Humanos, Andrés Guzmán, negó que haya persecución contra la prensa y destacó la ausencia de periodistas encarcelados o asesinados, la falta de transparencia y las restricciones impuestas en el marco del estado de emergencia siguen preocupando a la comunidad internacional.