El presidente Donald Trump ha nombrado a Ronald Douglas Johnson como nuevo embajador de Estados Unidos en México, una figura con un sólido historial en inteligencia militar y operaciones encubiertas, lo que marca un cambio drástico en el enfoque diplomático de Washington hacia el país.
Este martes, Johnson juró su cargo ante la Constitución estadounidense, con el vicepresidente JD Vance como testigo. Casado con la cubana Alina Arias, con quien tiene cuatro hijos y ocho nietos, Johnson es un veterano con casi 50 años de servicio entre el Ejército y la CIA, lo que le convierte en uno de los embajadores con más experiencia en temas de seguridad e inteligencia que ha enviado Estados Unidos a México.
Su perfil incluye operaciones encubiertas en América Latina, participación en estrategias de combate durante la guerra civil en El Salvador, y vínculos clave con el Comando Sur y la lucha contra figuras como Pablo Escobar y Radovan Karadzic, el criminal de guerra serbio.
La llegada de Johnson apunta a una agenda diplomática centrada en seguridad, especialmente en tres temas prioritarios para Trump:
- Fentanilo y crimen organizado
- Control del flujo migratorio
- Seguridad fronteriza
A diferencia de su antecesor Ken Salazar, criticado por una postura más diplomática ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Johnson representa una nueva etapa de mano dura. Desde Washington se considera que AMLO puso “pausas” estratégicas a temas de seguridad, y que la política de “abrazos y no balazos” ha generado desconfianza en el Departamento de Estado y la Casa Blanca.
También se espera que el nuevo embajador impulse acciones más decididas contra gobiernos autoritarios de América Latina, alineado con figuras como el senador Marco Rubio, crítico del apoyo de AMLO a regímenes como el cubano o venezolano.
Finalmente, en materia comercial, el T-MEC podría pasar a un segundo plano si no está ligado directamente con la seguridad regional, una muestra de que la estrategia de Estados Unidos se está redefiniendo bajo parámetros más geopolíticos y menos diplomáticos.