Rusia lanzó un misil balístico intercontinental hacia Ucrania, marcando una preocupante escalada en el conflicto. Este ataque, el primero de su tipo en esta guerra, aumenta las tensiones internacionales y provoca condenas globales.
El misil, disparado desde la región rusa de Astrakhan, impactó en la ciudad de Dnipro, dañando una empresa industrial y generando incendios, según autoridades locales. Dos personas resultaron heridas. Aunque no se confirmó si el misil portaba una carga nuclear, su uso representa una amenaza seria. Ucrania calificó el ataque como una “grave escalada” y pidió una respuesta contundente de la comunidad internacional.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski señaló que este ataque evidencia la falta de interés de Rusia en la paz, y denunció la inacción global ante esta nueva ofensiva. Mientras tanto, Estados Unidos y sus aliados fueron notificados previamente del ataque y alertaron a Ucrania.
Rusia, por su parte, justificó sus acciones como respuesta a “escaladas agresivas” de Occidente. Además, lanzó otros misiles hipersónicos y de crucero en distintas partes de Ucrania, seis de los cuales fueron derribados, según la fuerza aérea ucraniana.
Este ataque subraya la necesidad urgente de soluciones diplomáticas en un conflicto que sigue ampliando su alcance y gravedad.