Durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, Rusia lanzó un ataque sin precedentes contra Ucrania con 183 drones y dos misiles balísticos, informó la Fuerza Aérea ucraniana. La ciudad más afectada fue Járkiv, donde al menos 47 personas resultaron heridas. Ucrania logró derribar 77 drones, mientras que otros 73 fueron neutralizados mediante sistemas de guerra electrónica, sin causar daños significativos.
Los misiles Iskander-M fueron lanzados desde la región rusa de Rostov y desde Crimea, territorio ucraniano ocupado por Rusia desde 2014. Los drones, incluidos kamikaze y de tipo réplica, fueron lanzados desde varias regiones rusas.
Por su parte, Moscú denunció también un ataque masivo ucraniano compuesto por 170 drones y 11 misiles, la mayoría supuestamente interceptados sobre Crimea, Krasnodar y otras regiones fronterizas. Aunque el Ministerio de Defensa ruso aseguró que todos los objetivos fueron neutralizados, estas afirmaciones no han sido verificadas de forma independiente.
Además, se reportó el cierre del estratégico puente de Kerch y el gobernador de Novorosisk declaró estado de emergencia por los daños provocados por los presuntos ataques ucranianos.
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