Rusia ha sido señalada nuevamente por la Casa Blanca por intentar influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año, con tácticas de desinformación que incluyen el uso de bots, trolls y medios de comunicación patrocinados por el Kremlin.
Durante las elecciones de 2020, Rusia utilizó medios como RT y Sputnik para cuestionar la legitimidad del proceso democrático. Este año, las autoridades de EE. UU. incautaron dominios gestionados por Rusia, sancionaron a personas clave en la desinformación, como Margarita Simonyan, redactora jefe de RT, y acusaron a empleados de pagar a creadores de contenido para difundir propaganda prorrusa.
Cinco tácticas comunes en estos esfuerzos incluyen el uso de personas influyentes locales, medios de noticias falsos, amplificación de controversias, invertir el guión y el uso estratégico del humor. Estas acciones buscan generar desconfianza en las instituciones democráticas y promover los intereses del Kremlin.
