Con la reforma judicial aprobada e impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, México tendrá una nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir del próximo 1 de septiembre, cuando los nueve ministros electos este domingo rindan protesta ante el Senado.
Entre los cambios clave está la reducción de once a nueve ministros, la eliminación de las dos salas tradicionales para que todas las resoluciones se debatan en pleno, y la duración del cargo de ministro, que pasa de 15 a 12 años.
Uno de los aspectos más relevantes es la nueva forma en que se asignará la presidencia del máximo tribunal: ya no será por votación interna entre los ministros, sino que el cargo recaerá en la persona que haya obtenido la mayor cantidad de votos en la elección popular.
El periodo será de dos años y se rotará según el orden de votación: en 2027, asumirá la presidencia quien haya quedado en segundo lugar en número de votos, y así sucesivamente.
Este cambio implica también que la mayoría de los nuevos integrantes serán ministros por primera vez, lo que, según expertos, podría impactar en la curva de aprendizaje y en la eficiencia del órgano judicial. Solo tres ministras actuales —Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel y Lenia Batres— buscaron la reelección.