La Secretaría de Salud (SS) ha decidido centralizar sus operaciones en la Ciudad de México, abandonando la sede que ocupaba en Acapulco. Con esta decisión, se busca dar mayor orden y estabilidad a la dependencia, dejando atrás los problemas administrativos que caracterizaron el proyecto de descentralización del sexenio pasado. Esta medida, impulsada por el Dr. David Kershenobich, refuerza la necesidad de concentración de los recursos en una sola sede y ratifica la devolución del edificio en la Costera Miguel Alemán al gobierno de Guerrero, donde podría habilitarse como universidad.
Mientras tanto, los nuevos equipos se distribuyen en distintos edificios de la capital. Destacan las oficinas en Lieja, que podrían convertirse en un centro cultural en Paseo de la Reforma. Además, la dependencia se reorganiza en inmuebles de Marina Nacional, Homero y Periférico Sur para ubicar áreas estratégicas, como la administración, la planificación, y la coordinación en salud pública.
En cuanto al liderazgo, Eduardo Clark asume el desafío de coordinar áreas fundamentales como la compra de insumos, aunque enfrenta una curva de aprendizaje. Se observa un enfoque renovador, con la incorporación de economistas y actuarios, y se espera que el equipo busque mejorar el sistema de suministro de insumos mediante una plataforma más eficiente, evitando errores previos como los del Insabi y priorizando esquemas de reposición de inventarios probados en el IMSS.
Finalmente, los nombramientos avanzan en la Secretaría: Francisco José Gutiérrez Rodríguez encabezará la Conasama, Laura Cortés Sanabria dirigirá Calidad y Educación en Salud, y varios otros directivos se integrarán en áreas críticas de la dependencia, consolidando una estructura que busca ser funcional y alineada a las necesidades del sector salud en México.
Tomado de TextoSentido