La presidenta de México afirmó que Estados Unidos no es un modelo a seguir, al señalar que enfrenta alta drogadicción y problemas de valores, en medio de la presión del país vecino para que México refuerce la lucha contra el narcotráfico.
Durante un acto público en El Marqués, en el estado de Querétaro, la mandataria defendió la política educativa de su gobierno enfocada en reducir la deserción escolar en el nivel medio superior, mediante la eliminación del examen de ingreso y la construcción de más preparatorias cercanas a los hogares.
Ante estudiantes y docentes, comparó el sistema educativo de Estados Unidos, donde los jóvenes suelen asistir a la preparatoria más cercana a su domicilio. No obstante, aclaró que esa referencia no implica adoptar el modelo estadounidense, al considerar que enfrenta problemáticas sociales profundas.
“Y no es que sea modelo, porque allá tienen muchos problemas de valores. Hay mucha drogadicción y temas que nosotros no tenemos”, dijo la presidenta, al subrayar que México debe construir soluciones propias acordes a su realidad social.
Las declaraciones se dan en un contexto de tensión política y discursiva entre ambos países, luego de que el gobierno estadounidense, encabezado por Donald Trump, ha insistido en que México intensifique las acciones contra el tráfico de drogas hacia su territorio.
La mandataria reiteró que su administración apuesta por atacar las causas estructurales, como la falta de acceso a la educación, y no solo por medidas de fuerza. En ese sentido, destacó que acercar las escuelas, ampliar la oferta de bachillerato y garantizar apoyos económicos son claves para evitar que jóvenes abandonen sus estudios.
