La presidenta Claudia Sheinbaum reveló este lunes que su gobierno analiza ajustar el impuesto a las bebidas alcohólicas como parte de una estrategia para incrementar la recaudación sin recurrir a una reforma fiscal.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que esta medida se encuentra en revisión y se enfocaría en gravar con base en el grado alcohólico, en lugar del precio o costo de producción de las bebidas, como se hace actualmente.
Sheinbaum destacó que su administración ha logrado reducir el déficit fiscal en cerca de 700 mil millones de pesos, sin afectar programas sociales ni obras públicas. “Todavía hay espacios donde se evade el pago de impuestos y es ahí donde obtenemos mayores resultados, antes de pensar en nuevos gravámenes”, puntualizó.
También señaló que se trabaja en mejorar la eficiencia del SAT, simplificar trámites y reforzar el control en aduanas, lo que podría traducirse en un aumento significativo en la recaudación.
La posible alza a las bebidas alcohólicas se enmarca dentro de un esfuerzo por mantener la estabilidad económica, mejorar la salud pública y combatir la informalidad en este sector.