La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional Hídrico, que prioriza el acceso al agua y la soberanía hídrica con una inversión inicial de 20,000 millones de pesos (1,000 millones de dólares) en 2025. La estrategia contempla 16 proyectos clave, como presas, acueductos y plantas desalinizadoras, beneficiando a 225,000 productores agropecuarios.
Entre sus metas, destaca la tecnificación de 200,000 hectáreas de riego, lo que aumentará en 51 % la productividad agrícola y redirigirá el agua ahorrada para consumo humano. Según la Conagua, actualmente el 76 % del agua nacional se destina al sector agropecuario.
El plan también revisará concesiones de agua, ya que más de 360,000 permisos otorgados desde 1992 han generado sobreexplotación y comercio ilícito. Hasta ahora, el Gobierno ha recuperado 2,500 millones de metros cúbicos mediante devoluciones voluntarias, suficiente para abastecer a Ciudad de México por dos años y medio.
La secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, calificó el plan como un cambio de paradigma al privilegiar el agua para el consumo humano, alejándose de enfoques extractivistas y privatizadores de administraciones anteriores.