Culiacán enfrenta una grave situación de violencia que ha dejado al menos cinco personas fallecidas, dos desaparecidas y daños en infraestructura clave como cámaras de vigilancia. Ante los ataques registrados desde el pasado domingo, varias universidades y centros educativos, incluyendo la Universidad Autónoma de Sinaloa, optaron por suspender clases presenciales y migrar a modalidades a distancia en Culiacán y Navolato.
Entre los hechos violentos, se reportaron ataques a viviendas, negocios y vehículos, así como el asesinato de Pedro Legarreta Lores, expresidente de la Unión Nacional de Padres de Familia. La Secretaría de Seguridad Pública confirmó operativos tras recibir múltiples reportes de balaceras y señaló que al menos cinco personas fueron privadas de su libertad en diferentes puntos del municipio.
Un elemento alarmante es la destrucción de 65 cámaras de vigilancia en una noche, lo que eleva a 387 las cámaras fuera de servicio, debilitando la capacidad de monitoreo y respuesta de las autoridades. Este escenario de violencia coincide con el incremento en homicidios tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, lo que ha intensificado la pugna entre facciones del crimen organizado.