El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes en México, afectando al 18.8% de los adultos mayores de 20 años, según Ulises Jiménez Correa, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM. Aunque los fármacos pueden ser una solución rápida, su uso prolongado puede generar dependencia y problemas de salud.
Un estudio realizado en una clínica del sueño en México encontró que muchos pacientes con insomnio crónico toman medicamentos sin la orientación adecuada, lo que aumenta el riesgo de adicción y automedicación. Además, algunas personas recurren a sustancias como alcohol, marihuana o productos con cannabidiol para intentar dormir, lo que puede agravar los problemas de sueño.
Las consecuencias del insomnio y el uso excesivo de fármacos a corto plazo: fatiga, irritabilidad, ansiedad y problemas de memoria. A largo plazo: depresión, hipertensión, bajo rendimiento laboral y mayor riesgo de accidentes por somnolencia.