Una nueva medida del presidente Donald Trump podría poner en jaque a cineastas de México y América Latina. Este domingo, el mandatario anunció un arancel del 100% a todas las películas producidas en el extranjero que se proyecten en Estados Unidos, con el argumento de proteger a Hollywood.
La decisión busca frenar el éxodo de producciones que prefieren filmar en países con costos más bajos, como México, Colombia o República Dominicana, donde industrias audiovisuales emergentes han ganado terreno con talento local y locaciones atractivas. Trump afirmó que otros países “están quitando a nuestros cineastas”, y aseguró que este arancel salvará empleos en la Unión Americana.
La noticia llega en un momento crítico: la producción audiovisual en Los Ángeles cayó un 22% en el primer trimestre del año, según FilmLA. Pero la medida también podría tener consecuencias graves para América Latina, donde muchas productoras dependen de la distribución en el mercado estadounidense para recuperar su inversión o lograr impacto internacional.
Directores, actores y casas productoras latinas que buscaban colocar sus obras en cines, plataformas o festivales en EE.UU., ahora se enfrentarán a nuevas barreras económicas y políticas.
Esta medida, lejos de ser solo un tema económico, marca un golpe a la cooperación cultural y cinematográfica entre regiones, y podría reforzar un proteccionismo que cierre oportunidades para el talento latino.