El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido en Arabia Saudita con una fastuosa ceremonia que incluyó alfombra lavanda, caballos árabes, arañas de cristal y un despliegue de opulencia digno de la realeza. En su primer día de una gira por Medio Oriente, Trump fue escoltado por cazas F-15 hasta Riad, donde el príncipe heredero Mohammed bin Salman lo recibió personalmente en la Corte Real.
El trato hacia Trump fue una muestra clara de la estrecha relación entre la familia real saudita y el exmandatario estadounidense, tanto en lo diplomático como en lo empresarial. El presidente sonrió ampliamente al recorrer salones decorados con oro, terciopelo azul y lámparas gigantes, en un entorno que recordaba a su residencia en Mar-a-Lago.
Además de la ceremonia protocolaria, Trump participó en el Foro de Inversión Saudita-Estadounidense, donde empresarios, contratistas y financieros internacionales exploraron alianzas en megaproyectos como “La Línea” y “Trojena”. La visita también incluyó una cena de Estado en la histórica ciudad de Diriyah, donde se construye un complejo turístico de 60 mil millones de dólares.
La cálida bienvenida contrasta con visitas previas de líderes estadounidenses como Joe Biden, que en 2022 fue recibido por un gobernador local tras declarar previamente a Arabia Saudita como un “Estado paria”. Para Trump, en cambio, fue un regreso a lo que parecía su segundo hogar político y comercial.
Foto: The White House