El gobierno de Estados Unidos anunció que teléfonos móviles, computadoras, procesadores y otros productos tecnológicos quedarán exentos de los aranceles recíprocos impuestos en la reciente escalada comercial con China. La medida alivia temporalmente a consumidores y fabricantes, especialmente gigantes como Apple, que enfrentaban aumentos de hasta 700 dólares en el precio de un iPhone.
El documento, publicado discretamente por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, también excluye las máquinas usadas para fabricar chips, en un posible guiño a empresas como Taiwan Semiconductor, que ha anunciado inversiones en EE.UU.
Aunque esta exención reduce el impacto inmediato sobre la tecnología importada, los analistas advierten que podrían aplicarse otros gravámenes más adelante. La tensión comercial continúa, con China imponiendo un arancel del 125% a productos estadounidenses y EE.UU. uno del 145% a bienes chinos. Trump, que esta semana suspendió temporalmente los aranceles para otros países (excepto China), parece retroceder ante la amenaza de una recesión global y el descontento interno.