El gobierno de Donald Trump lanzó una nueva ofensiva contra los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, al advertirles que tienen un plazo de 30 días para abandonar voluntariamente el país o enfrentarán cárcel y cargos criminales.
A través de un memorando oficial, la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, advirtió que quienes lleven más de 30 días en el país sin documentos deben registrarse ante el gobierno federal. No hacerlo será considerado un crimen. “Váyanse ahora. Si lo hacen, podrían tener la oportunidad de regresar y vivir el sueño americano”, dijo Noem, quien ha participado personalmente en redadas de migrantes.
La orden ejecutiva firmada por Trump entrará en vigor este 11 de abril. A partir de esa fecha, todos los indocumentados deberán cumplir con nuevas reglas de registro ante el Departamento de Seguridad Interior (DHS), o enfrentarán sanciones severas a partir del 11 de mayo. Incluso se ha lanzado una aplicación para facilitar la “autodeportación”.
Entre las medidas obligatorias destacan el registro inmediato ante USCIS para quienes lleven más de 30 días en el país, y la obligación de reportarse incluso para menores de edad por medio de sus tutores. El gobierno busca con esto recopilar los nombres y domicilios de inmigrantes para poder identificarlos, detenerlos y expulsarlos.
La administración Trump ha endurecido sus políticas migratorias desde su regreso al poder, con un mensaje directo: quienes no se vayan por su cuenta, serán tratados como criminales.