El conflicto entre Israel e Irán ha escalado peligrosamente en su sexto día, con bombardeos israelíes contra instalaciones militares y nucleares en Teherán, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exige la “rendición incondicional” del gobierno iraní.
La tensión se disparó tras los ataques nocturnos israelíes contra una planta de enriquecimiento de uranio y fábricas de misiles. Las Fuerzas de Defensa de Israel señalaron que su objetivo es frenar el programa nuclear iraní. Explosiones sacudieron Teherán, generando pánico entre la población que intenta salir de la ciudad, con carreteras colapsadas y largas filas en las gasolineras.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió que cualquier intervención estadounidense “traerá consecuencias irreversibles”, mientras Trump no descartó una acción militar. “Nadie sabe qué voy a hacer”, dijo a la prensa, aunque aseguró que Irán “llegó tarde” para negociar y lo calificó de “totalmente indefenso”.
En respuesta, la misión iraní ante la ONU acusó a Trump de ser “un mentiroso y un cobarde”, criticando su amenaza de eliminar al líder supremo iraní. Mientras tanto, EE. UU. anunció un plan de evacuación para sus ciudadanos en Israel a través de vuelos y cruceros.