El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró cerrado el espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela, una medida que intensifica lo que su administración ha presentado como una ofensiva contra presuntos cárteles de la droga en el Caribe. El anuncio fue emitido a través de redes sociales y dirigido a “aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”, pese a que Estados Unidos no tiene autoridad directa sobre el espacio venezolano. Aun así, la advertencia podría influir en decisiones de aerolíneas internacionales, como ya ocurrió a principios de mes con algunas empresas que cancelaron vuelos tras una alerta de la Administración Federal de Aviación.
Esta declaración se produce luego de que Trump insinuara que las operaciones de ataques letales estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico —acciones que han dejado más de 80 muertos desde septiembre— podrían extenderse “muy pronto” a objetivos dentro del territorio venezolano. Funcionarios han señalado que los primeros blancos serían instalaciones asociadas al tráfico de drogas, incluyendo sitios usados por cárteles colombianos que utilizan a Venezuela como corredor. La presión militar, reforzada por una amplia presencia de Estados Unidos en el Caribe, busca también debilitar al gobierno de Nicolás Maduro, a quien Washington ha acusado de liderar el “Cártel de los Soles”, designado recientemente como organización terrorista extranjera.
La tensión escaló aún más tras revelarse que Trump sostuvo una llamada telefónica con Maduro la semana pasada, en la que discutieron la posibilidad de una reunión en Estados Unidos. El diálogo ocurrió días antes de nuevas designaciones del Departamento de Estado y mientras el secretario de Estado, Marco Rubio, participaba en las conversaciones. Expertos y exfuncionarios estadounidenses han advertido que cualquier ataque a Venezuela violaría la Carta de la ONU y carecería de autorización del Congreso, mientras que algunos republicanos han pedido investigar las operaciones letales ya ejecutadas. En paralelo, medios estadounidenses documentaron que algunas órdenes militares incluyeron instrucciones verbales de “matar a todos a bordo”, lo que ha desatado cuestionamientos sobre legalidad y derechos humanos en la campaña antidroga de Trump.
