El gobierno de Donald Trump fijó una nueva meta: realizar al menos 3,000 detenciones diarias de personas indocumentadas en territorio estadounidense, triplicando el promedio actual y buscando superar el millón de arrestos al año. La medida forma parte de su ofensiva migratoria durante su segundo mandato y fue confirmada por Stephen Miller, asesor principal de la Casa Blanca, en entrevista con Fox News.
La cifra fue presentada durante una reunión con altos mandos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encabezada por Miller y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. “Vamos a expulsar a todos los inmigrantes ilegales de Biden que inundaron nuestro país”, declaró Miller.
Como parte de esta estrategia, se han registrado cambios importantes en el liderazgo de ICE, incluyendo la jubilación de Kenneth Genalo, principal responsable de operaciones de detención, y la reasignación de altos funcionarios. La agencia también ha intensificado operativos en tribunales, donde detienen a inmigrantes que acuden a audiencias judiciales, lo que ha provocado duras críticas de defensores de derechos migratorios.
La medida ha generado división entre la población: una encuesta de Morning Consult muestra que un 51 % aprueba la gestión migratoria de Trump, mientras que un 44 % la rechaza.
ICE ya ha superado las 48,000 personas detenidas, sobrepasando el número de camas financiadas por el Congreso, lo que ha llevado al gobierno a solicitar mayores fondos para poder cumplir con las nuevas metas impuestas por Trump.