Durante años, separar los residuos plásticos fue presentado como una acción clave para salvar al planeta. Pero un reciente informe del Center for Climate Integrity sugiere que el reciclaje, al menos en el caso del plástico, ha sido en gran parte una estrategia de marketing impulsada por la industria para evitar regulaciones, más que una solución real al problema de la contaminación.
Titulado “El fraude del reciclaje de plástico”, el estudio documenta cómo desde los años 80 se promovió la idea del reciclaje a sabiendas de que la mayoría de los plásticos no podrían reciclarse de forma efectiva. En México, por ejemplo, se generan 5.7 millones de toneladas de desechos plásticos al año, pero más de la mitad no se recicla. A nivel global, apenas el 9% del plástico logra ser reciclado.
La investigación revela que detrás de las campañas de concientización hubo un interés económico: evitar restricciones y continuar con la producción masiva de plástico. Testimonios de empleados de organismos como el American Chemistry Council refuerzan esta versión, admitiendo que el reciclaje nunca fue una solución realista.
Especialistas ambientales como Jan Dell señalan que las nuevas promesas sobre tecnologías de reciclaje avanzadas solo buscan justificar la creciente producción de plástico, la cual podría triplicarse para 2050.
Los expertos coinciden en que la verdadera solución no está en seguir separando basura, sino en reducir y reutilizar. Sin un cambio profundo en políticas públicas, hábitos de consumo y responsabilidad empresarial, el reciclaje seguirá siendo un espejismo ambiental.
Foto de Brian Yurasits en Unsplash