Desde la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Honduras, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a la unidad regional y propuso una cumbre por el bienestar económico con el objetivo de avanzar hacia una integración económica regional sustentada en la prosperidad compartida y el respeto a la soberanía.
Frente a mandatarios de diversos países, Sheinbaum enfatizó la urgencia de atender el fenómeno migratorio desde una perspectiva humanista y rechazó la criminalización de los migrantes. Asimismo, se pronunció abiertamente contra los bloqueos a Cuba y Venezuela, postura que fue aplaudida por los presentes.
Durante su intervención, la mandataria subrayó que América Latina y el Caribe tienen un potencial enorme: más de 663 millones de habitantes, un PIB conjunto cercano a 6.6 billones de dólares y una posición como la principal región exportadora neta de alimentos en el mundo. “Una región más unida es más fuerte”, declaró.
Sheinbaum propuso avanzar en áreas como comercio, ciencia, educación, energías limpias, biodiversidad y autosuficiencia alimentaria. También destacó la necesidad de consolidar una plataforma regional para la producción y reconocimiento mutuo de medicamentos, así como cadenas de suministro médico.
En lo que fue su segunda visita internacional como presidenta, Sheinbaum sostuvo reuniones bilaterales con líderes de Colombia, Brasil, Uruguay y Guatemala, además de respaldar una convocatoria para trabajar por la paz en Haití.
“Ningún país de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás”, concluyó Sheinbaum.