En la historia del tenis mexicano, Yola Ramírez es un nombre que merece reconocimiento eterno. Nacida en la Ciudad de México, Yola fue campeona de Roland Garros en dos ocasiones, en dobles femenil (1958) y en dobles mixtos (1959), y es, hasta hoy, la mexicana con mejores resultados en el torneo parisino.
Su carrera en la arcilla de París fue legendaria: durante cinco años consecutivos (1957-1961), llegó a alguna final en el torneo, ya fuera en singles, dobles femenil o mixtos. Además de sus dos títulos, fue subcampeona en singles en 1960 y 1961, y también finalista en dobles femenil en 1957 y 1959.
Con un estilo elegante y combativo, Yola dejó huella en una época en la que pocas mujeres latinoamericanas figuraban en el circuito internacional. Su legado sigue vivo y es ejemplo para las nuevas generaciones del tenis en México.