La reforma al artículo 60 Bis de la Ley General de Vida Silvestre ya está en marcha y ha puesto en jaque a los 17 delfinarios de Quintana Roo, el estado con más centros de este tipo en México. A partir de julio de 2025, se prohíben los espectáculos con cetáceos y su reproducción en cautiverio, lo que significa que la generación actual será la última en vivir bajo estas condiciones.
La Profepa ha comenzado inspecciones en sitios como Dolphin Discovery, en Cancún, para verificar el cumplimiento de las nuevas disposiciones y evaluar el bienestar animal según la NOM-135. Aunque los delfines no serán liberados, vivirán en cautiverio sin presentaciones, abriendo paso a la creación de santuarios marinos más éticos.
Esta transición marca un cambio radical en el modelo turístico de la región, que ahora deberá adaptarse hacia experiencias más sustentables. Para algunos puede ser el fin de una era, pero para muchos otros es el inicio de una relación más respetuosa con la vida silvestre.
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